Catedral Notre-Dame de París, entre culto y arquitectura

Con 850 años, la catedral de Notre-Dame de París es un gran libro de piedra que se levanta en la Isla de la Cité, en el corazón de París. Hablamos sobre sus tesoros tal y como se ofrecían a los visitantes antes del incendio del 15 de abril de 2019.

La catedral de Notre-Dame representa un patrimonio religioso, artístico e histórico de excepcional valor universal. El monumento está inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1991.

Tras el incendio de 2019 que arrasó su armazón del siglo XII y su aguja del siglo XIX, y que dañó la bóveda y algunas obras de arte, ya no es posible visitarlo hasta nuevo aviso. Su estructura ha resistido a las llamas y sigue entronizada, desde lo alto de sus dos torres, joyas de la arquitectura gótica, en la Isla de la Cité, en el corazón del París histórico. Notre-Dame de París cuenta una historia desde su construcción en 1163.

Las torres, todo un tesoro

Ahora, levanta tus ojos... Las dos torres majestuosas siglo XIII se dibujan en el cielo de París.

Sube los 387 escalones y al final llegarás frente a frente al bourdon Emmanuel, la campana más grande del edificio. En el ascenso pasarás por la galería de chimères.

Sonrisas, sorpresa y admiración son algunos de los sentimientos que encontrarás en las representaciones bestiarias como la de Stryge, la célebre gárgola que evoca el espíritu nocturno y maléfico.

Los 3 rosetones

¡Es el momento de ir a fondo en la catedral para una clase de perspectiva y de juego de luces!

¿Qué ver? Los tres rosetones, de los cuales el del ventanal sur es una verdadera pieza central que adorna el transepto. Los 12,9 metros de diámetro de vidrio forman un filtro de luz que revelan una arquitectura grandiosa: enormes e imponentes, los pilares forman el soporte de la bóveda de 33 metros de alto.

La Pasión de Cristo

Como todo buen joyero, la catedral guarda bien sus joyas.

En la sacristía, que abre la parte sur del coro, el tesoro de Notre-Dame reina en un relicario que contiene el anillo de la Santa Corona de Espinas.

Otras reliquias: un pedazo de Cruz y un clavo de la Pasión de Cristo.

Victor Hugo

Profano o religioso, educativo y misterioso, el destino de esta catedral es a la vez teatro atemporal, espacio inmutable de la comedia humana y lugar único de culto.

Victor Hugo utilizó este decorado universal para alojar a sus personajes, como Esmeralda, Frolo o Cuasimodo, que permanecen en la imaginación de todos.

Cita en la catedral Notre-Dame de Paris