El Hotel Crillon, ubicado desde 1758 en una de las plazas más célebres del mundo, la plaza de la Concorde, reabre sus puertas después de cuatro años de trabajos. Una larga espera para los clientes frecuentes del establecimiento y para los amantes de las direcciones excepcionales.
Restauración minuciosa
Este símbolo del lujo a la francesa conoció su origen por la arquitecto Ange-Jacques Gabriel bajo el pedido de Louis XV, lugar que algunos apodan «la bella durmiente» promete de reencontrar su grandeza y su lustre. Una restauración minuciosa que se revelará el próximo 5 de Julio, fecha anunciada por el Grupo Rosewood Hotels and Resorts. Sin lugar a dudas el descubrimiento del nuevo Hotel de Crillon será uno de los grandes momentos del verano en el universo parisino.
Los huéspedes podrán de nuevo apreciar de la vista más espectacular de la majestuosa plaza y su obelisco, la sublime perspectiva sobre el Sena, la entrada al museo de Louvre y los Campos Elíseos. Detrás de la imponente fachada, el edificio acoge a los viajeros desde 1909, fecha en la que fue transformado a hotel por el arquitecto Walter-André Destailleur. Testigo de 3 siglos de Historia, el 10 place de la Concorde ha atraído a príncipes y reinas, celebridades, políticos, artistas del mundo entero que son seducidos por las prestigiosas instalaciones y también por su situación excepcional.
Art de vivre a la francesa
Mientras que un equipo está trabajando entre arquitectos, decoradores y artesanos franceses en la recta final antes de la reapertura, el Hotel Crillon espera reencontrar su símbolo de art de vivre a la francesa. El suspenso crece… entre las indiscreciones se dice que el establecimiento quiere restaurar sus partes tradicionales con la construcción original pero también busca inyectar una nota contemporánea en la recepción y en las 124 habitaciones. Al final de cuentas fue Karl Lagerfeld quien diseño dos de sus suites.
Marc Raffray, el director general del Hotel y su equipo, representan los valores del establecimiento: "nuestra voluntad y deseo es de ofrecer a los viajeros más exigentes lo que esperan de la capital culturalmente. Y prometerle a cada uno de sus huéspedes de vivir una experiencia única".
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