País Vasco: el bosque de Iraty en familia

A pie, a lomos de burro, en bicicleta o con un salabre para pescar, descubre el bosque de Iraty, un maravilloso rincón de vegetación en el País Vasco. En los senderos de este macizo forestal milenario que se alza en las laderas de los Pirineos te espera un concentrado del alma vasca, con sus creencias y leyendas.

Con un bastón para caminar

Tras calzarte un buen calzado de marcha, sigue los senderos señalizados y podrás descubrir la excepcional y variada flora del bosque de Iraty. Junto a las majestuosas hayas destacan los abetos blancos, los pinos silvestres, los olmos de montaña, los robles, acebos, avellanos o saúcos negros. A sus pies, el manto de musgo o de liquen oculta setas y rebozuelos y, en ocasiones, dejan su sitio a unos riachuelos apacibles. Abre bien los ojos: el señor del bosque, Basajun, una criatura primitiva que según la creencia protege a los paseantes de los eventuales peligros, podría merodear… De mayo a noviembre, déjate guiar por un grito, muy humano esta vez, el de los pastores vascos, el irrintzi, que te conducirá hasta los agostaderos. En estos grandes pastos es donde se reúnen los rebaños de ovejas, cerca de las cabañas tradicionales de los pastores, las etxolaks.

A caballo o a lomos de burro

Aunque los senderos del bosque de Iraty se recorren a pie, también se pueden explorar a cuatro patas. A lomos de un caballo o de un burro de la granja ecuestre de La Forge, podrás disfrutar de una perspectiva distinta del bosque. A lo largo de tu paseo, los dólmenes ocultos entre los árboles te mostrarán otra faceta de la historia misteriosa del bosque de Iraty, la de las sorginetxe o casas de brujas. Al igual que los crómlechs, círculos de piedras alzadas que destacan en la meseta de Occabé, a la que accederás tras una subida a la sombra de las hayas en tu ruta hacia los puertos. Desde esta meseta que se alza a 1.456 m de altitud, las vistas sobre las crestas y cumbres de los alrededores son vertiginosas.

En bicicleta eléctrica todoterreno

ara subir los puertos y cumbres del bosque de Iraty sin agotarte, la bicicleta eléctrica todoterreno – que puedes alquilar en los Chalets de Iraty – será tu mejor aliado. Cresta de Hurhargieta, pico de Orhy, meseta de Cize: los numerosos itinerarios de distinto nivel que recorren el bosque te permitirán descubrir sus más bellos lugares. Durante el recorrido, el Chalet Pedro (Enlace externo) , situado en pleno bosque, será un lugar ideal donde retomar fuerzas saboreando una de las especialidades vascas de su carta y admirar las cimas de los árboles desde abajo. Es asimismo la oportunidad de pasar la noche en uno de los tres albergues y disfrutar de su spa para recuperarte de las agujetas más persistentes.

Con un caña de pescar

El bosque de Iraty es recorrido por numerosos ríos poblados de truchas silvestres. Uno de ellos, el Iraty, se presta perfectamente a una apacible partida de pesca con mosca. Una tranquilidad que podría ser rota por los laminak, unos pequeños seres muy traviesos, mitad hadas, mitad duendes, que según se dice viven en los ríos del bosque… Para disfrutar de tu día de la mejor forma, lleva contigo un picnic con los productos más sabrosos de la región, como el queso Ossau Iraty, con Denominación de Origen Protegida , elaborado por la mejor quesería de la región, la del Pays d’Aramits (Enlace externo) , situada cerca de Larrau.

Con unos prismáticos

Aparte de las criaturas míticas, el bosque de Iraty alberga diversas especies muy apreciadas por los aficionados a la ornitología. Con unos prismáticos en la cintura, sube hasta el puerto de Organbidexka (Enlace externo) , a más de 1.200 metros de altitud, para contemplar el vuelo de numerosas aves migratorias, como el buitre leonado o el más inhabitual quebrantahuesos. Para iniciarte en la observación de las aves migratorias o profundizar tus conocimientos, puedes realizar unas visitas comentadas por los miembros de una asociación medioambiental de observación de las migraciones de aves.