Bretaña, país de leyendas

Tierra de leyendas y tradiciones, Bretaña oscila entre Armor y Argoat, el mar y la tierra bretona, y ofrece paisajes sorprendentes con climas muy variados. Déjate llevar por su aire tonificante y vivificante. Descubre playas, acantilados, páramos o ciudades medievales. Adéntrate en el corazón de su historia. Y sobre todo, regálate bienestar y relajación.

Un litoral sin igual

Entre la Costa Esmeralda de la localidad corsaria de Saint-Malo protegida por sus murallas, y la misteriosa Costa de Granito Rosa, el litoral bretón no se parece a ningún otro. El Sendero de los Aduaneros, entre las landas y los acantilados, invita a realizar agradables paseos; con el buen tiempo, el perfume de la aulaga y de la retama se mezcla con el aire tónico y vivificante.

isla-brehat


Frente a la costa, las islas bretonas rivalizan en encantos. La isla de Groix, la isla de Bréhat, el archipiélago de Glénan, la isla de Ouessant y Belle-Ile en Mer ofrecen playas salvajes, calas protegidas y faros.

La de Sept-Iles (Siete islas) es la más importante reserva de aves del litoral francés, donde viven frailecillos, cormoranes moñudos y alcatraces comunes. El Cabo Fréhel también ofrece un ballet ornitológico entre el mar y las landas. Podrás pasear por el centenar de kilómetros de senderos costeros con unos paisajes preservados que ofrece el golfo del Morbihan, que en bretón significa “pequeño mar” y que alberga numerosas zonas de tierra, a cada cual más salvaje, como la isla aux Moines.

Entre leyenda y patrimonio

Símbolo y testigo de la historia de la región, el parlamento de Bretaña, hoy tribunal de apelación, es un destacado lugar del patrimonio arquitectónico de Rennes, capital de Bretaña. En el Museo de Bellas Artes de Pont-Aven podrás descubrir a los pintores que han inmortalizado a Bretaña, de Maurice Denis a Paul Gauguin.

Bretaña gusta a todas las generaciones, seduce a los niños con el Gran Acuario de Saint-Malo, el parque zoológico de Pont Scorff o Océanopolis en Brest.

Visita el Bosque de Brocéliande para seguir las huellas de Merlín, del hada Viviana y del rey Arturo, o déjate hechizar por el hada Melusina en el Castillo de Fougères.

mont saint michel



Estos mismos lazos entre las leyendas y el patrimonio se reflejan en la Abadía del Monte Saint-Michel (en el territorio de Normandía pero a 4 kilómetros de Bretaña), los Megalitos de Locmariaquer o en el alineamiento de piedras de Carnac.

Calvarios, romerías, capillas… Bretaña está marcada por una fuerte tradición religiosa de la que son testimonio, entre otras, la Abadía marítima de Beauport y la Catedral Saint-Pierre de Vannes, un hermoso ejemplo de la arquitectura sacra medieval.

Especialidades bretonas, especialidades gastronómicas

Región repleta de tradiciones y de folclore, Bretaña ha sabido preservar sus especialidades gastronómicas: las tortas de trigo negro, la bolée de sidra, el chouchen y las magníficas bandejas de marisco, el kig ha farz, el far bretón o el kouign-amann.

Bretaña, tierra de festivales

La patria de los fest-noz (bailes tradicionales) invita a disfrutar de numerosas fiestas. El Festival du Bout du Monde (del Fin del Mundo), el Festival de Vieilles Charrues (de Viejas Carrozas), el Festival de Cornualles, el Festival de Filets Bleus y el Festival Intercéltico de Lorient marcan el verano en Bretaña.

Las grandes reuniones náuticas, como la Ruta del Ron, la Solitaria de Le Figaro o la Semana del Golfo del Morbihan celebran el espíritu marinero de Bretaña y el Festival Etonnants Voyageurs (Sorprendentes Viajeros) el espíritu de curiosidad.

En pocas palabras, déjate atrapar por Bretaña. ¡Be Breizh!


Para saber más:

A leer también:

Cita en Bretaña