Sube más alto
Sal de las pistas. Olvida los remontes mecánicos. Con el snowkite, vuelves a subir cuando quieras, a merced del viento reinante. La iniciación a la vela se hace sin esquíes pero, para seguir adelante, es mejor ser un esquiador consumado.
Un descenso a toda velocidad
En el Acropark del Ballon de Alsacia, una primicia francesa que hay que probar cuanto antes: una tirolina de 900 m, motorizada y para todos los públicos (se adapta incluso a las personas de movilidad reducida).
Acorrala a las bestias salvajes
Calzado con unas raquetas o durante un simple paseo a pie, sal al encuentro del escasísimo lince de los Vosgos. En 2016, cuando fueron reintroducidos en el Parque Nacional Regional de los Vosgos del Norte, solo quedaban tres. Pero, cuanto más tiempo pasa, más posibilidades hay de cruzarse con uno.
Elige tu aventura
En la estación de La Schlucht, sabemos apreciar la tonificante y vibrante sensación del viento invernal en el cabello. Abrigado de los pies a la cabeza, solo te quedará elegir el medio de transporte: ¿moto de nieve o trineo arrastrado por perros?
Descubre tu naturaleza
Una noche en la Fuste du trappeur es sinónimo de cenar junto a una estufa, tomar un baño finlandés en la terraza, despertar rodeado de ciervos, zorros y ardillas... Este pequeño e insólito refugio despierta al cazador que todos llevamos dentro.
Derrítete a fuego lento
Primero, una burbuja. Después, otra. Entonces, la reacción se desencadena con rapidez: una bonita corteza dorada se forma en la superficie de tu queso y el paso a la patata se lleva a cabo en un solo gesto firme. ¡Lista, por fin! La primera raclette ya está aquí.
Déjate bautizar
De la textura esponjosa de la nieve al tacto algodonoso de las nubes, tu bautismo de aire en globo aerostático arrasará en Instagram.
Para saber más:
A leer también:
Cita en el Macizo de los Vosgos
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