Disfruta de una buena comida en los restaurantes de los parques y jardines de París

Los días soleados han vuelto a iluminar París, despertando el deseo de disfrutar de agradables momentos al aire libre con un brunch, almuerzo o aperitivo. Sin pensarlo dos veces, nos dirigimos a los diversos parques y jardines que reverdecen la ciudad. Ya sean singulares, artísticos o llenos de historia, te invitamos a descubrir nuestra selección de restaurantes con terraza, donde podrás deleitarte con el verano y disfrutar de la exquisita cocina parisina.

El más elegante: Loulou, en el Museo de Artes Decorativas

Moda, diseño y autenticidad se combinan en este establecimiento. Loulou es una oda al arte de vivir francés en pleno corazón del los Jardines del Louvre. La sala es magnífica y claramente moderna, pero es la terraza lo que nos atrae en este restaurante de moda del centro de París. La Pirámide, el Louvre, la Torre Eiffel, toques de vegetación a uno y otro lado: puede contemplarse lo mejor que puede ofrecer París, como un cuadro. Tanto de día como de noche, aquí se viene a saborear unas tapas con suaves sabores italianos, una comida sabrosa o dulces a cualquier hora.

El más singular: L’Île, en el parque de la isla Saint-Germain

El parque de la isla Saint-Germain es un tesoro demasiado poco conocido que bien merece una visita. Tras un paseo, tenemos cita en un antiguo pabellón Napoleón III convertido en restaurante. L’Île ha sido recientemente redecorado por la decoradora estrella Laura Gonzales y se ha transformado en una casa de campo elegante. La terraza ofrece un marco incomparable bajo los castaños. Cuando hace un día soleado, uno se instala cómodamente para saborear una carne asada a la brasa o unas verduras del huerto. Una versión elegante de la barbacoa.

El más “guinguette”: el Pavillon Puebla, en las Buttes Chaumont

No hay que tener miedo de tomar altura para descubrir este bar-merendero oculto en el corazón de las Buttes Chaumont. Aquí las guirnaldas luminosas se mezclan entre los árboles, allá unos cojines mullidos con motivos bereberes invitan a instalarse confortablemente… Al final del día, el ambiente bucólico incita a relajarse y a charlar. Con el paso de las horas, la atmósfera se calienta y se vuelve festiva. Para tomar una copa o comer una pizza, el Pavillon Puebla es una de las direcciones preferidas por los parisinos en cuanto llega el buen tiempo.

El más artístico : El Café-Restaurante L'Augustine en el Museo Rodin

El Café-Restaurante del Museo Rodin es ideal para comer tras una visita al museo en la que el visitante se ha extasiado ante el genio creador del escultor. En medio de unos magníficos jardines, unas mesas están instaladas con total sencillez para acoger a los amantes del arte en busca de una cantina secreta. Ven a descubrir los platos de temporada creados por Amandine Chaignot o prueba una creación dulce de la Maison Lenôtre. El descubrimiento de las obras maestras del maestro continúa en las avenidas del parque, a pocos metros de este café.

El más lacustre: Le Chalet des îles, en el Bosque de Boulogne

Nos dirigimos al este de París y al inmenso Bosque de Vincennes para evadirnos en el L’Île Anaé. A unos metros del lago Daumesnil, este chalet suizo ofrece un marco encantador para disfrutar de la belleza y de la tranquilidad de la naturaleza bajo los árboles. La carta revisita sobriamente los clásicos, pero es sobre todo la inmensa terraza lo que no nos hace regresar a menudo. Con un mobiliario moderno y confortable, es el lugar soñado para tomar una copa o una merienda durante un día de calor.

El más histórico: el Pavillon Montsouris en el parque Montsouris

El sublime Pavillon Montsouris, en el parque del mismo nombre, acoge las grandes personalidades desde 1889, cuando fue inaugurado con motivo de la Exposición Universal de 1892. Declarado Monumentos Histórico (Lien externe), hace honor al patrimonio francés tanto en su arquitectura de la Belle Époque como en su carta, donde la excelencia francesa es la protagonista. Refinamiento y delicadeza se dan cita en este oasis de paz en la orilla izquierda del Sena. Bajo la cristalera o en la terraza que bordea el parque, disfrutamos de un momento lejos de todo.

El más florido: Les Belles plantes en el Jardín de Plantas

Como una casa familiar en el campo, el restaurante Les Belles Plantes ha apostado por una decoración íntima y delicada. Papel pintado con motivos florales, mobiliario de mimbre, macetas de flores formando una cascada… Esta cafetería abierta el verano pasado lo tiene todo para gustarnos y para ofrecernos una comida dominical en el campo. Entre los platos de temporada, las planchas a compartir y las dos magníficas terrazas, se trata de un lugar muy agradable a unos pasos de la Ménagerie, el zoo del Jardín de Plantas.

El más bistronómico: La Table du Luxembourg en los Jardines de Luxemburgo

Desde hace tres años, el pequeño restaurante de los Jardines de Luxemburgo ha subido de categoría y tutea la cocina gastronómica bajo la dirección del chef premiado Philippe Renard. A unos pasos del Senado, este establecimiento destaca los productos frescos y de temporada en una sinfonía generosa perfectamente ejecutada. Además de sublimar nuestro paladar, el chef nos permite disfrutar de un momento agradable bajo la hermosa cristalera o en la espaciosa terraza.

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